jueves, 8 de octubre de 2009

periodismo y espejismos

Temer una gripe y esperar la vacuna. Una vacuna que puede que acabe causando más problemas que los que se supone nos evitará. Miedo y esperanza inducidos, fabricados. Mayormente por la torpeza de algunos periodistas que informan de que alguien hoy ha muerto de esta nueva gripe, y que si consultara los fallecimientos diarios por motivos de enfermedad comprendería que han muerto muchísimos más de muchas otras cosas y que cada día ocurre eso mismo. Los que creen en las teorías conspiratorias lanzan primero la idea de que el virus ha sido fabricado por los laboratorios farmacéuticos, la cosa les cuadra al comprobar con cuánta rapidez se han preparado las vacunas, unas vacunas que algunos especialistas advierten que en un porcentaje significativo, menor pero significativo, puede ser causa del desarrollo de otros problemas de salud. Las farmacéuticas han olido el miedo que unos periodistas torpes han provocado en la población y prestos se dispusieron a aliviarlo, incluso a costa de una vacuna deficiente.
Estamos expuestos a unos periodistas, que por deformación profesional, sucumben al espejismo de las noticias capaces de atrapar nuestra atención, independientemente de su verdadera relevancia.