Sant Jordi es un espejismo

Sant Jordi es un espejismo. Esas decenas de miles de barceloneses comprando libros es un espejismo de amor a la lectura. Siendo tantísimos, no son ni la mitad de la población. La mayoría de quienes por Sant Jordi compran algún libro será el único que leerán entre éste y el próximo Sant Jordi, y algunos ni siquiera terminarán de leer el que compraron. Algunos de los que compraron más de uno, lo hicieron pensando regalarlo. Sé por propia experiencia que eso no garantiza que vaya a ser leído. Esta fiesta conceptualmente tan interesante, ya es otro síntoma más de una sociedad de consumo compulsivo muy mediatizada, que ya se manifiesta con los modos desdichados de las fechas señaladas y las horas punta; somos demasiados como para seguir pretendiendo hacer cualquier cosa simultáneamente, es un espejismo de cultura y de civismo, de amor a la cultura y al libro, y lo más parecido a las campañas de rebajas en más de un sentido.